Tegestacín, en concurso de acreedores

Tegestacín, en concurso de acreedores

El pasado 30 de junio tuvo lugar el fin de la moratoria concursal, lo que ha provocado una avalancha de concursos de acreedores en buena parte del territorio español. Si buscamos ejemplos de ello no podemos obviar el caso de Tegestacín, una empresa láctea con sede en la ciudad gallega de Lugo a la que el Juzgado de lo Mercantil acaba de declarar en concurso de acreedores.

Operador del sector lácteo en España

TeGestacín, S.L., más conocida como Tegestacín, en una empresa ubicada en la localidad de Outeiro de Rei (Lugo) que pertenece al Grupo Logística Alimentaria e interviene como operador del sector lácteo español.

Su función se centra en la recogida de leche de ganaderos y cooperativas de productores del país y en su tratamiento bajo estrictos controles de calidad para después suministrarla a la industria láctea de España.

Desde sus inicios, la empresa ha apostado por una ganadería sostenible, modelos de pastoreo tradicionales y una leche natural, exquisita y con muchos beneficios para la salud.

En la actualidad, Tegestacín dispone de una planta industrial de procesado, fabricación y envasado de leche que fue la antigua fábrica de Leche Pascual y en la que es posible envasar más de 700.000 litros de leche cruda al día.

El juzgado declara a Tegestacín en concurso de acreedores

Aunque la sociedad gallega Tegestacín ha llegado a recoger más de 70 millones de litros de leche al año procedentes de ganaderos gallegos, en estos momentos la compañía se encuentra en manos del juzgado.

Y es que el pasado viernes el Juzgado de lo Mercantil número 2 de la provincia de Lugo declaró a Tegestacín en concurso de acreedores.

A día de hoy, la empresa láctea arrastra un pasivo (conjunto de deudas y obligaciones con las que una empresa financia su actividad) que supera los 15 millones de euros.

La declaración de la sociedad gallega en concurso de acreedores ha tenido lugar solo unas semanas después de que sus propietarios comenzaran el desmantelamiento de la planta de Santa María, en Outeiro de Rei.

Al desarme de la fábrica hay que añadir la situación de impago a los trabajadores y la insolvencia empresarial, otras de las razones que han llevado a la compañía a solicitar el concurso de acreedores.

No obstante, los problemas de Tegestacín no acaban aquí, ya que la empresa también ha generado una gran polémica a raíz de la aparición de un vertido en el río Miño, en concreto en las inmediaciones de la planta ubicada en Outeiro de Rei.

Cabe mencionar, asimismo, que a finales de febrero la sociedad presentó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERE) que afectó a la totalidad de la plantilla, formada por 70 trabajadores. Los empleados de Tegestacín aseguran que todavía se encuentran a la espera del cobro de las nóminas de diciembre, enero y parte de febrero, así como de la liquidación de las pagas extras y de las vacaciones.

Hoy por hoy, esta empresa perteneciente al sector lácteo conserva sus facultades de administración y de disposición de su patrimonio, aunque es importante recalcar que están sometidas a la intervención de la administración concursal, en manos del economista Javier Reigosa.

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