Antes de hablar de sus posibilidades comerciales es necesario conocer que es la realidad aumentada (AR). Principalmente es una experiencia en la que sobre imagen real se incluye una capa de información o elementos multimedia que puede consistir en vídeo, gráficos, animaciones, etc. A diferencia de lo que ocurre en la realidad virtual el usuario no hace una inmersión absoluta para disfrutarla, sino que solo recibe un estímulo superpuesto a la visión real. Algunos también consideran en la definición estímulos auditivos, olfativos, hápticos o sensoriales como parte de la tendencia.
Gafas de realidad aumentada. El fiasco de las Google Glass
Esta tecnología lleva algún tiempo en uso y se depositó sobre ella grandes expectativas cuando se dieron a conocer las Google Glass, unas gafas de realidad aumentada inteligentes que finalmente se quedaron en poca cosa por los problemas de privacidad que implicaban. Finalmente, Google las apartó del ámbito del consumo y las dejó solo como un dispositivo de experimentación para empresas y desarrolladores.
Sin embargo, no ha sido hasta los dos últimos años cuando ha comenzado el boom de este sector gracias a la apuesta que han hecho Google o Apple por su presencia en los smartphones. Así, la llegada del iPhone X supuso también el impulso por parte de los de Cupertino para que los desarrolladores y marcas crearan todo tipo de aplicaciones y experiencias basadas en AR.
Un jugoso mercado
Ahora que ya sabemos dónde llega y que es la realidad aumentada vamos a pasar a dar cifras sobre su potencial mercado. Según un estudio realizado por la firma Global Consultant, este mercado y el de la realidad mixta (que suma el mundo real y el virtual) alcanzaron en 2017 una facturación de 1.430 millones de dólares, una cifra que podría llegar a los 12.970 millones de dólares en 2023. El informe también identifica a Microsoft, Meta, DAQRI, ODG, Samsung, Magic Leap, Continental AG o Electronics Co como los principales actores en este mercado durante los próximos años.
Un avance muy importante en este campo se está dando en el desarrollo de lentes de contacto inteligentes que pueden contar con tecnología de realidad aumentada e incorporar pequeñas baterías. Se pueden utilizar para usos militares, salud, diversidad funcional, etc. Ya hay varios proyectos en esta línea muy interesantes auspiciados por gigantes tecnológicos como Google, Samsung, Sony y otras empresas, como Alcon o Sensimed. La firma de análisis Market Research Future cree que las lentillas inteligentes permitirán generar 7.200 millones de dólares de ingresos en la próxima década.
Realidad aumentada en la educación
La realidad aumentada en la educación también tendrá una gran repercusión en los próximos años. Según la consultora ABI Research, para el año 2023 el valor total de las soluciones de VR (realidad virtual) y AR para este campo alcanzará los 700 millones de dólares.
“Las soluciones AR y VR pueden mejorar significativamente las experiencias de aprendizaje para todos los grupos de edad y reforzar los esfuerzos educativos a través de un mayor interés y la interactividad de los estudiantes, lo que lleva a mejoras objetivas en la eficacia del aprendizaje», señala Eric Abbruzzese, analista principal de ABI Research. El experto también cree que “las soluciones de AR y VR están preparadas para desempeñar un papel catalítico en el sistema educativo en el futuro, siempre que la reducción de los precios y el aumento de la creación de contenido continúen». En conclusión, la realidad aumentada en la educación está empezando a despegar
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