¿Qué visión tienen los directivos respecto a la industria 4.0? ¿Qué opinión les merece a los ejecutivos de las empresas la también llamada ‘Cuarta Revolución Industrial’? Podría decirse que depende bastante del lugar del mundo en el que se encuentren. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por Forbes Insight junto a Deloitte.
Para comprender mejor el impacto de la Cuarta Revolución Industrial en los negocios ambas firmas han preguntado a más de 1.600 ejecutivos en la región de Las Américas, Asia-Pacífico y EMEA. Las firmas pidieron a los participantes que compartieran sus opiniones en cuatro áreas diferentes: impacto social, estrategia, fuerza de trabajo y tecnología.
La industria 4.0 se ve con mejores ojos por parte de todos aquellos directivos de la región de las Américas. Tanto los de Norteamérica como los de Latinoamérica tienen una visión bastante optimista en cuanto a la llegada de la digitalización al tejido productivo. El 94% de los ejecutivos latinoamericanos y el 92% de los norteamericanos opinaron que la Cuarta Revolución Industrial conducirá a mayor igualdad y estabilidad.
Asimismo, del informe también se desprende que los altos cargos de empresas de las dos Américas se sienten más seguros que el resto sobre su disposición a actuar como administradores de sus organizaciones durante la ola de transformación digital (45% para los norteamericanos y los latinoamericanos frente al 33% del promedio mundial). Estos perfiles están convencidos en un porcentaje bastante más alto que los de otras regiones de que el factor humano en la producción y movimiento de bienes va a ser fundamental. Un 71% de los de Norteamérica y un 71% de Latinoamérica lo cree así, frente al escaso 57% a nivel mundial.
Los ejecutivos asiáticos, los más cautelosos
Los ejecutivos de la región Asia-Pacífico serían los más pesimistas en cuanto a la industria 4.0. La quinta parte de los directivos encuestados en estos países teme que su llegada suponga trastornos sociales y mayor desigualdad de ingresos, frente a un 13% de media mundial que vislumbra estos efectos negativos.
Al mismo tiempo, los directivos de Asia son los que se ven menos preparados para ejercer como administradores de sus organizaciones cuando se produzca el cambio (la media global es del 33%, pero en los ejecutivos de esta región solo alcanza el 8%). ¿Se debe a una visión negativa del futuro? ¿Quizás existe falta de autoestima general? No, según señala el estudio el bajo porcentaje es debido en parte a la expectativa cultural de modestia. También influiría que los ejecutivos asiáticos esperan que la industria 4.0 suponga cambios más grandes en el mercado laboral que sus contra-partes de otros territorios.
En cuanto a EMEA, región en la que se encuentra España, podemos decir que se sitúa en una posición intermedia respecto a las otras dos. Europa y Oriente Medio se acercan bastante al promedio mundial en cuestiones como las perspectivas para la sociedad en la industria 4.0, el papel del ser humano en esta sociedad y la disposición de los ejecutivos para liderar a sus empresas cuando se de la transformación.
EMEA destaca por encima de la media en cuanto a capacidad de influir en la obtención de resultados financieros sólidos a largo plazo. El 38% de los ejecutivos de la región que participaron en estudio opina que sus organizaciones pueden influir en dichos resultados, frente al 36% de promedio mundial que lo cree.
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