5 beneficios fiscales de los fondos de inversión

5 beneficios fiscales de los fondos de inversión

A la hora de decidir dónde guardamos nuestros ahorros solemos fijarnos en los intereses que nos generarán los distintos productos financieros existentes. Sin embargo, no siempre le prestamos la suficiente atención al apartado tributario, que en ocasiones puede resultar decisivo para valorar la rentabilidad real de una operación de inversión.
En general, los españoles sabemos que los planes de pensiones cuentan con una fiscalidad muy benévola (siempre que no queramos recuperar nuestro capital antes del final de nuestra vida laboral), pero desconocemos el modo en que tributan los depósitos, las acciones o los fondos de inversión. Y lo cierto es que los beneficios fiscales de estos últimos productos los hacen especialmente atractivos, por las razones que a continuación enumeramos:

  1. Solo tributan en el momento del reembolso: Cuando firmamos un depósito por un plazo determinado, tenemos que tributar por los intereses generados al final de ese periodo. No sucede lo mismo con los fondos, que solo exigen ajustar cuentas con Hacienda cuando vendemos nuestras participaciones en ellos (algo que se conoce como diferimiento fiscal). Esto es así porque los fondos de inversión solo generan plusvalías cuando son objeto de transmisión, lo que significa que las ganancias obtenidas con ellos se van acumulando con el paso del tiempo sin necesidad de tributar, por lo que producen unos rendimientos mayores.
  1. Los traspasos están fiscalmente exentos: Dentro de los diferentes beneficios fiscales ligadas a los fondos, esta es posiblemente la más importante. Significa que uno puede estar moviendo su dinero de unos fondos a otros permanentemente sin tributar por los rendimientos que va obteniendo. Esto marca una diferencia esencial entre los fondos y los depósitos o las acciones (para mover nuestro dinero de las acciones de una compañía a las de otra, tenemos que vender las primeras, tributar por lo obtenido y comprar las de la segunda empresa).

Esta es una característica específica del mercado español, puesta en marcha hace una década para impulsar el  sector de la inversión colectiva. Por este motivo, para que los fondos se beneficien de esta ventaja deben estar regulados por la Unión Europea, o lo que es lo mismo, haber sido comercializados por alguna de las entidades sobre las que existe un control por parte del fisco.

  1. Tributan como ganancias y pérdidas patrimoniales: En este apartado, los beneficios fiscales de los fondos de inversión son idénticos a los de las acciones. Los rendimientos tributan en la Declaración de la Renta como pérdidas y ganancias patrimoniales (a diferencia de los depósitos, que lo hacen como rendimientos del capital mobiliario). Esto implica una ventaja, porque las ganancias obtenidas por este tipo de inversiones se pueden compensar con las pérdidas generadas durante los cuatro años siguientes (o al revés, las pérdidas de un ejercicio se pueden compensar con las ganancias de los sucesivos).
  1. Las comisiones se pueden deducir: Los gastos relacionados con los fondos de inversión son fiscalmente deducibles, a diferencia de los vinculados a las acciones o los depósitos. Nos referimos a las comisiones de suscripción y reembolso (también conocidas como gastos de adquisición y enajenación), que son muy habituales en los fondos de inversión garantizados.
  1. Beneficios en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones: Si una persona recibe una cantidad de dinero de un familiar tiene que tributar una cantidad determinada. Si recibe ese mismo dinero a través de un fondo de inversión la tributación es más benévola, porque los costes de adquisición abonados en su día computan como crédito fiscal.fondos-de-inversión
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